A pesar de que hoy en día la tecnología nos ofrece más herramientas para construir marcas y llegar a más personas de maneras más económicas que los medios masivos tradicionales, lograrlo de manera efectiva se vuelve más complejo. Estas nuevas alternativas, que son resultado de la evolución de la comunicación digital, no siempre dan una ventaja que te asegure ventas, pues los consumidores han evolucionado también, son ahora catalogados como turboconsumidores, y son exigentes, informados y libres.
Está claro que el discurso de las marcas ha tenido que adaptarse a los cambios del entorno y más que construir una relación cercana con su consumidor final, debe mostrar un interés real por lo que está pasando alrededor de él para ganar y/o mantener, mediante acciones, su atención y lealtad.
A estas alturas, transcurrido el primer cuarto del 2020, me gustaría creer que la mayoría estamos conscientes de la delicada situación que atravesamos a nivel mundial a causa de un virus. Las marcas han reaccionado prontamente y han tomado diversas medidas, desde cambiar su logotipo, cambiar la dinámica de ofrecer su servicio, generar facilidades para los consumidores, hasta cerrar sus instalaciones para asegurarse de no estar incentivando la aglomeración de personas. Y como en todo, no faltan los casos de doble moral como el de Starbucks, que mientras regala café en Estados Unidos a enfermeras y personal de hospitales, en México dejará sin goce e sueldo a sus empleados el tiempo que permanezca sin operar, cuando se trata de marcas internacionales, este tipo de incongruencias las lleva a perder credibilidad.
Está de más insistir en las iniciativas que están tomando las marcas, frente al COVID-19, para ayudar a las personas a acatar las medidas y asegurar un bienestar para todos, pues desde las más posicionadas hasta las más pequeñas, están mostrando en este momento su interés compartiendo información al respecto. Y no solo en esta situación, cuando en otras ocasiones han alzado la voz para hacer notar aspectos que duelen a cierto sector de personas, han sido abordados por ellas, la respuesta ha sido bastante positiva, aumentando la fidelización y ganando nuevos consumidores, este es el caso de Tecate y la campaña que hizo en contra de la violencia de género en México hace cuatro años, misma que fue revivida durante este año en torno a las distintas manifestaciones del 9 de marzo, por aquí la dejo:
Otro ejemplo para cerrar, viene de un clásico que siempre nos da lecciones de marketing y ha sabido cuidar todos los aspectos de su marca en todos los lugares que está presente, Coca Cola. Esta acción tuvo lugar en Ecuador, país que alberga las islas Galápagos, Coca Cola inició un programa para reducir su huella de carbono en ese entorno, que involucraba recolección de botellas, reciclaje y creación de nuevas botellas con un 25% de resina de origen reciclado. Además de eso crearon un centro de voluntariado para sumar esfuerzos con sus mismos trabajadores y también crearon un centro de atención al público para resolver dudas.

Es así como la relación marca-consumidor va fortaleciéndose, a través de acciones que evidencían un interés genuino de bienestar, sin olvidar que integrar la participación de las personas terminará por hacer lazos aún más estrechos.