Renovarse o morir, lo hemos escuchado muchas veces y a mi parecer el refrán nos invita a hacer un cambio radical, en comportamiento o imagen.
En cuestión de marcas, cuando se construye una marca el proceso creativo nos sumerge en distintos temas que el proyecto requiere, nos ayuda a tener un buen resultado y que ese proyecto tenga su propia esencia, que los valores e ideales sean rescatados.
El rebranding es el cambio visual que presenta una marca. Pueden existir distintos factores a tomar en cuenta para saber si es necesario o no trabajar en rebranding.
- Evolución
Los cambios en toda marca y/o empresa generan crecimiento y evolución, por lo mismo es probable que la imagen e incluso la filosofía que compartías al principio ya no sea la misma que ahora y es necesario replantear la situación actual.
- Competencia
Seguro con la evolución de la marca su mercado ya no sea el mismo e incluso su competencia cambie. Es necesario trabajar en un estudio de competencia y analizar sus aciertos, así será más claro dirigir estratégicamente y visualmente la nueva imagen.
- Usos vigentes
La tecnología nos alcanzó y lo que antes era perfecto en reproducción de medios impresos, no funciona para medios electrónicos. La idea es reforzar la marca y que sea factible usarla en todos los medios posibles.
Hacer un cambio o incluso el resultado es una idea que al principio puede ser riesgosa, pero con un buen equipo de trabajo y la información necesaria el rebranding puede ser bastante exitoso, y no, puede que no sea para siempre pero funcionará en las necesidades actuales.